“Este edificio nos va permitir abarcar mejor a la población para atenderlos de forma segura y cómoda”. Esta fue una de las reflexiones de Paola Urbina, fonoaudióloga de nuestro establecimiento, durante la visita guiada de marzo, destacando así el potencial del nuevo recinto, para mejorar la atención a la población de manera segura y cómoda, elevando así los estándares de servicio.

Con un avance del 77,07%, la obra continua y los funcionarios han tenido la oportunidad de observar de cerca su progreso gracias a los recorridos mensuales. A pesar de los desafíos que aún quedan por delante, los visitantes han expresado su satisfacción con lo que han visto, señalando aspectos como la amplitud, la luminosidad y la capacidad para atender a un gran número de pacientes.

Bernardita Ávila, de la unidad de Neuropsicogeriatría, compartió su impresión «me gustó la amplitud, la cantidad de luz y la capacidad para atender a muchos pacientes». Aunque reconoce su vínculo con el antiguo hospital, está convencida de que el nuevo edificio permitirá un mejor desarrollo en su labor.

Esta nueva versión del Instituto Nacional de Geriatría promete importantes beneficios para los pacientes, como una ficha electrónica que centralizará la información clínica, facilitando la comunicación entre los funcionarios y mejorando la calidad de los tratamientos. Este avance marca el inicio de un cambio positivo para la salud pública en el sector Oriente de Santiago.

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