El Instituto Nacional de Geriatría (INGER) continúa avanzando a pasos firmes con la construcción de su nuevo edificio, y durante el mes de agosto, las y los funcionarios tuvieron la oportunidad de conocer de cerca los progresos, a través de visitas guiadas.
En esta ocasión, las y los colaboradores pudieron recorrer áreas clave como cuidados paliativos, la farmacia de atención abierta, el gimnasio exclusivo para pacientes y el cuarto piso, que albergará las oficinas administrativas. Durante la visita, compartieron sus impresiones sobre los beneficios que traerá este cambio.
María Josefina Zepeda, nutricionista del INGER, destacó el impacto positivo que tendrá la nueva infraestructura: “Creo que esto mejorará mucho nuestra labor. Con más personal y mejor infraestructura, podremos ofrecer una atención más completa y también recibir capacitaciones que nos ayudarán a seguir mejorando”.
La comunidad del INGER espera con entusiasmo la apertura de este nuevo espacio, que no solo transformará la atención médica geriátrica, sino que también mejorará las condiciones de trabajo del personal, creando un ambiente más saludable y eficiente.
Por su parte, Viviana Cuevas, de la Unidad de Docencia, elogió las características del nuevo edificio: “Es extraordinario, maravilloso. La tecnología y la luminosidad de las salas son incomparables con lo que tenemos ahora. Me encantó ver lo que nos espera”.
El entusiasmo y la expectativa que comparten los funcionarios reflejan un futuro prometedor para el INGER. Con instalaciones tecnológicamente avanzadas y espacios optimizados, el instituto se prepara para inaugurar una nueva etapa en la atención geriátrica, centrada en el bienestar de los pacientes y en el apoyo integral a su equipo de trabajo.