Francisca Toledo ha dedicado tres años de su vida al Hospital del Salvador, y lo que más la llena de satisfacción es la conexión profunda que ha forjado con sus compañeros. Las celebraciones compartidas, los momentos de alegría y los desafíos que ha enfrentado durante su carrera en Gestión de Personas.

Para ella, ser testigo de este cambio es un verdadero privilegio. Formar parte de uno de los hospitales más grandes y reconocidos de Chile no solo será un hito en su carrera profesional, sino también una oportunidad para crecer. Además, como paciente, aprecia la nueva infraestructura.

Francisca sueña con que en el nuevo edificio haya un memorial que rinda homenaje a la historia del Hospital del Salvador. Imagina cada rincón impregnado de relatos y memorias que reflejen los más de 150 años de vida de esta institución, un lugar donde cada imagen y cada historia cuenten el legado de dedicación y servicio que ha caracterizado a este hospital.